Cuando hablamos de “favelistas”, nos referimos a un colectivo bien relacionado socialmente en el barrio. Personas que realizan su vida en torno a ese lugar, que las relaciones entre ellos son muy estrechar. Grupos integrados en su entorno, en el que la diferencia es el no poseer una vivienda digna.
es precisamente “la estandarización” en los modos de habitar lo que produce el desarraigo de estos grupos sociales. Atender sus necesidades no debe realizarse a partir de estereotipos identificados como estándar, han de proyectarse desde métodos proyectuales atípicos, de manera que vinculen una forma de vida particular con una situación construible.
Es el uso del espacio colectivo el que contribuye a mantener la Identidad del mismo (Identidad=forma de vida), y donde pueden realizar las actividades que caracterizan su conducta “habitar la calle”. Como prolongación de ésta, en un segundo plano, estaría el espacio familiar individual.
Así, mi propuesta para el realojo de familias que viven en favelas, sería hacer viviendas que tengan su “trozo” de calle, de espacio dinámico-público, o mejor dicho, las viviendas podrían ser la calle.
Se trata de un prototipo de vivienda que se desarrolla entorno a unos llenos y vacíos en los que el vacío podría ser la calle y los llenos la parte más protegida de la vivienda, que conjuntamente van configurando la vivienda.
Así, los habitantes cuidarían su parte de calle, podrían vivir en ella o incluso podrían aislarse de ella.
Para ello, utilizo un sistema de particiones deslizantes (particiones negras) que son los que hacen que los habitantes se aíslen o se configuren de la vida en la calle.
Así, los habitantes podrían vivir hasta el nivel que deseen formando parte de la calle, incluso servirían de paso a vecinos o visitantes.
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